¿Recarga o recambio? ¡Revolución!

El antiguo problema de las baterías de los coches eléctricos lleva a una nueva apuesta en el país del dragón: ¿apostar por las baterías de recarga rápida o por el recambio de baterías? Mientras que la recarga rápida es un concepto muy claro, el cambio de batería quizá no lo sea tanto: la batería agotada se sustituye por una completamente cargada en una estación de servicio especial, donde el cambio lo realizan robots con brazos mecánicos, mientras que unos sensores se encargan de controlar el hardware y el software del vehículo, además de la batería sustituida.

Nio Inc, una start-up china que cotiza en el Nasdaq (a través de ADR), ya cuenta con más de 3000 instalaciones en China repartidas en 285 ciudades (véase el mapa a continuación).

Para comprender bien de qué estamos hablando, mostramos un vídeo explicativo sobre el funcionamiento de una estación de cambio de baterías, que parece muy similar a una estación de servicio actual para repostar el depósito de los automóviles con motor de combustión, pero que ofrece funciones muy diferentes. El concepto de recarga también cambia, ya que el propietario del automóvil ya no será propietario de la batería, sino que la alquilará a las estaciones de servicio, que se convertirán en auténticas reservas de electricidad que podrán decidir recargar cuando los precios sean bajos y revender cuando suban, lo que añade un aspecto especulativo a este tipo de actividad principal. Sin contar que, al dejar de ser la batería parte de la propiedad del vehículo, el coste del propio vehículo se beneficiará en términos de una reducción significativa de su precio de venta al público: de hecho, la batería es el componente principal y más caro de un coche eléctrico, sobre todo si se apuesta por baterías de recarga rápida (no más de 5 minutos), que requieren no solo tecnologías mucho más avanzadas y costosas, sino también inversiones en infraestructura en la red de distribución de energía, ya que es necesario garantizar una presencia capilar de las columnas de recarga, que también deberían instalarse en los hogares de los propietarios de coches eléctricos, algo que no es precisamente habitual en el mercado chino.

Por este motivo, las dos soluciones no deben considerarse antagónicas: así lo demuestra también el hecho de que las autoridades chinas estén apoyando, con diversas facilidades, las inversiones en ambas líneas de alimentación. Además, está la posición de CATL, que se ha convertido en líder chino (y probablemente mundial) en el campo de la producción de baterías, y en particular de las de recarga rápida, superando a BYD: la dirección ha decidido apostar estratégicamente también por la tecnología de sustitución de baterías para complementar la solución de recarga rápida.

Los avances realizados por CATL, y por la industria china en general, en el campo de las baterías de recarga rápida son impresionantes si se comparan con la duración de las baterías, donde la nueva generación Shenxing de CATL será sin duda la estrella, ya que promete alcanzar una recarga para recorrer 800 km en menos de 6 minutos.

Tabla 1. Comparación del rendimiento de las baterías de algunos coches eléctricos.

Además, CATL está a la vanguardia en la combinación del litio con iones de sodio como nuevo material base para la fabricación de baterías, lo que hace que la industria sea menos dependiente de las tierras raras y que las baterías sean más resistentes a las bajas temperaturas: en este sitio web encontrará un buen análisis de la diferencia entre el litio y el sodio con un interesante vídeo explicativo.

Sin embargo, los directivos de CATL no ocultan los problemas relacionados con la tecnología de recambio. Cuando el sistema esté en pleno funcionamiento, se debería poder contar en China con al menos 30 000 estaciones de recambio que compitan con las más de 100 000 bombas de combustible fósil; de lo contrario, se corre el riesgo de no poder garantizar una transición efectiva y eficaz hacia el coche eléctrico. Pero, obviamente, una estación de recambio tiene unos costes importantes que no son comparables a los de las columnas de recarga. 

Por último, está el problema de la compatibilidad. Los fabricantes de coches eléctricos que decidan apostar por la sustitución de la batería tendrán que diseñar vehículos compatibles con un solo modelo de batería, ya que, de lo contrario, la difusión y la cobertura de las estaciones de servicio no tendría sentido. En esencia, se necesitan acuerdos y sinergias con los fabricantes, y algunos parecen haber descartado ya la opción de la sustitución en favor de las baterías de recarga rápida.

Nos parece claro que China ha emprendido una estrategia a medio y largo plazo muy clara en lo que respecta al sector de los coches eléctricos, que sin duda debe combinarse con las cuantiosas inversiones en energías alternativas que la sitúan prácticamente entre los líderes mundiales en la transición ecológica, al igual que economías virtuosas como Canadá y los países del norte de Europa.

 

Descargo de responsabilidad

Esta publicación expresa la opinión personal de los colaboradores de Custodia Wealth Management que la han redactado. No se trata de consejos o recomendaciones de inversión, ni de asesoramiento personalizado, y no debe considerarse como una invitación a realizar transacciones con instrumentos financieros.