No veo el oro. Mira con atención.

A pesar del impresionante comportamiento reciente del metal amarillo, queremos intentar comprender por qué el oro podría seguir subiendo, al menos un año más. En nuestro informe en profundidad del 9 de mayo ofrecimos algunos datos sobre el mercado del oro. En este informe, queremos intentar comprender las tendencias, al menos a corto plazo, del precio del metal precioso por excelencia. 

El hecho incontrovertible es que los bancos centrales han acumulado importantes reservas de oro desde la invasión rusa de Ucrania, con lo que las reservas mundiales se sitúan en torno a las 37.000 toneladas, es decir, ligeramente por debajo de las registradas en 1965, en pleno régimen de Bretton Woods (fuente: Banco Central Europeo). Las reservas de los bancos centrales ven ahora en el oro la segunda mayor asignación después del dólar estadounidense, superando, aunque ligeramente, a las de euros. Esta acumulación es probablemente la principal razón de la subida del precio del oro (se ha duplicado en un año).

En el origen de estas decisiones está sin duda el factor geopolítico determinado por los preocupantes frentes bélicos abiertos que han provocado una creciente desconfianza hacia el billete verde en favor del metal amarillo.

Oro

Aparte de las desventajas obvias del activo «oro», atribuibles al hecho de que no produce intereses, sino -por el contrario- costes (almacenamiento y transporte), las ventajas que ofrece superan con creces los inconvenientes: liquidez, ausencia de riesgo de contrapartida e insolvencia (cuando uno mismo lo posee, claro), protección contra la inflación (cada vez menos relevante, a decir verdad), pero sobre todo -cada vez más importante- protección contra sanciones internacionales como la congelación de activos financieros o la exclusión de los sistemas de pago internacionales. Esto explicaría también por qué entre los países que más han hecho en el último año por aumentar sus reservas de oro se encuentran los que gravitan en la órbita rusa, como India y China (véase el gráfico de la izquierda, donde las barras verdes ilustran el aumento de toneladas de oro acumuladas durante 2024).

Si a esta situación se añaden políticas estadounidenses decididamente preocupantes (como los tristemente célebres aranceles), no puede extrañar el declive de la confianza en el dólar en favor de un activo financiero que siempre ha sido la base de los sistemas monetarios internacionales.

En una encuesta reciente del Consejo Mundial del Oro (WGC), el 95% de los encuestados prevé un aumento de las reservas de oro de los bancos centrales mundiales en los próximos 12 meses (véase el gráfico 1) y el 75% supone una disminución de las tenencias de dólares de los bancos centrales en los próximos cinco años. En cuanto a qué nuevo depósito de valor, todo está por entender (porque también existen las criptodivisas, y en particular el Bitcoin, al menos hasta la fecha).

Figura 1. ¿Cómo espera que cambien las reservas de oro de los bancos centrales del mundo en los próximos 12 meses? Encuesta del WGC.

Entre las razones más importantes para poseer oro, la propia encuesta del WGC recoge las siguientes respuestas (véase la Figura 2):

Figura 2. ¿Qué importancia tienen los siguientes factores en la decisión de su organización de poseer oro? Encuesta del WGC.

Por último, vemos una señal que -en nuestra opinión- es inequívoca: el llamamiento a países importantes, tanto desde el punto de vista económico como por las reservas de oro que poseen, para que repatríen el oro que tienen en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, donde Nueva York es, junto con Londres, el mayor centro mundial de almacenamiento e intercambio de metales preciosos. Hablamos de países como Alemania e Italia, que son respectivamente el segundo y tercer mayores tenedores de reservas de oro del mundo. Acumulado a lo largo de décadas, el almacenamiento de oro por parte de las autoridades monetarias de estos dos países (pero también es cierto para los demás) se ha diversificado en distintos lugares precisamente para mitigar el riesgo de concentración que podría facilitar prácticas de malversación o saqueo tras, por ejemplo, conflictos: Durante la Guerra Fría, la bóveda estadounidense demostró ser la más segura y fiable del mundo. Unos meses de política «extravagante» del ejecutivo de las barras y estrellas han minado su prestigio y reputación como «caja fuerte» (véanse las figuras 3 y 4). Pero en este frente, esperemos a que se produzcan realmente las transferencias antes de sacar conclusiones con fundamento.

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Figura 3. Reservas de oro (toneladas métricas) de los principales bancos centrales del mundo.

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Figura 4. Reservas de oro (toneladas métricas) del Bundesbank diferenciadas por lugar de almacenamiento.

 

Descargo de responsabilidad

Este post expresa la opinión personal de los empleados de Custodia Wealth Management que lo han redactado. No se trata de un consejo o recomendación de inversión, ni de asesoramiento personalizado, y no debe considerarse como una invitación a operar con instrumentos financieros.