El impacto de los aranceles de EE.UU. en la industria automotriz mundial

¿Por qué los aranceles a las importaciones en Estados Unidos, impuestos principalmente a Canadá y México, y en menor medida a China (ya sujetos a suspensión y renegociación), afectarían las ventas de automóviles a nivel global?

Una primera respuesta radica en la extrema interconexión de la cadena de suministro: muchos componentes se ensamblan en el extranjero, aunque se produzcan en Estados Unidos.

Las más expuestas son tres grandes automotrices estadounidenses – GM, Chrysler y Ford -, ya que parte de su producción se realiza precisamente en México y Canadá. Europa, aunque aún no ha sido alcanzada por los aranceles, también sufrirá repercusiones: marcas como Volkswagen producen aproximadamente la mitad de los vehículos destinados a los mercados de Estados Unidos, México y Canadá.

Tampoco debe pasarse por alto el autosabotaje de la Comisión Europea, que planea multar a las automotrices que produzcan en Europa – y la más expuesta sigue siendo Volkswagen – con 95 euros por cada gramo de CO₂ emitido por kilómetro. Esto obligaría a los fabricantes a vender más autos eléctricos (¿pero a qué precio?) o a compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero mediante el “pooling”, es decir, la venta en bloque de su flota junto a filiales más sostenibles, para mantenerse dentro del umbral de impunidad.

 

 

Existe, sin embargo, una tercera opción: la compra de créditos de carbono para compensar el exceso de emisiones de CO₂. El portafolio más amplio de estos certificados verdes pertenece, sin duda, a Tesla, ahora perseguida de cerca por fabricantes chinos de vehículos eléctricos, como BYD.

Sin embargo, Tesla no atraviesa un buen momento. Según los analistas de Barclays, la empresa produce entre el 20 % y el 25 % de sus componentes en México, sin contar la amenaza de aranceles de represalia anunciados por Canadá, dirigidos precisamente a golpear a Tesla.

Estos posibles escenarios evidencian lo difícil que es hacer previsiones precisas, dada la globalización y la complejidad del mercado automotriz. No obstante, como ya ocurrió durante la primera presidencia de Trump, a amenazas explícitas amplificadas por un eco estruendoso suelen seguirles negociaciones con objetivos más racionales. ¡Esta también es una técnica de negociación!

Disclaimer: Este artículo expresa la opinión personal de los colaboradores de Custodia Wealth Management que lo redactaron. No constituye asesoramiento ni recomendaciones de inversión, ni una consulta personalizada, y no debe considerarse una invitación a realizar transacciones sobre instrumentos financieros.